El subdirector de la AAC dijo que lo principal para el organismo es garantizar que los pasajeros vuelen de manera segura.
La Autoridad de Aeronáutica Civil (AAC) de Panamá espera la revisión de una nueva resolución emitida por la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) sobre los Boeing 737 MAX9, para decidir sobre la reactivación de los 21 aviones de Copa Airlines que están detenidos.
La FAA dejó en tierra 171 aviones de este modelo en Estados Unidos, a raíz de que el pasado 5 de enero a un avión se le desprendió parte del fuselaje y una puerta bloqueada durante un vuelo de Alaska Airlines.
«Mientras no tengamos una seguridad de que las aeronaves operan de manera segura, estamos a la espera de que ellos puedan proveer esa información para nosotros garantizar que se cumpla acá en Panamá», dijo Fabio Salvatierra de Luca, subdirector de la AAC, al diario La Estrella.
Agregó que hubo una coordinación directa entre Copa Airlines y la AAC en la decisión de suspender todas las operaciones de 21 Boeing 737 MAX9 de la compañía panameña. «Lo principal y más importante de la administración de la AAC es garantizar que los pasajeros vuelen de manera segura», dijo el subdirector de la Aeronáutica Civil al medio panameño.
Nuevas medidas
La FAA anunció el viernes pasado nuevas acciones para aumentar la supervisión y fabricación de Boeing. Las acciones incluyen la realización por parte de la FAA de:
- Una auditoría que involucra la línea de producción del Boeing 737-9 MAX y sus proveedores para evaluar el cumplimiento de Boeing con sus procedimientos de calidad aprobados. Los resultados del análisis de auditoría de la FAA determinarán si son necesarias auditorías adicionales.
- Mayor seguimiento de los eventos en servicio del Boeing 737-9 MAX.
- Evaluación de los riesgos de seguridad en torno a la autoridad delegada y la supervisión de la calidad, y examen de opciones para trasladar estas funciones a entidades independientes de terceros.
«Es hora de reexaminar la delegación de autoridad y evaluar cualquier riesgo de seguridad asociado», dijo el administrador de la FAA, Mike Whitaker. «La paralización del 737-9 y los múltiples problemas relacionados con la producción identificados en los últimos años requieren que analicemos todas las opciones para reducir el riesgo. La FAA está explorando el uso de un tercero independiente para supervisar las inspecciones de Boeing y su sistema de calidad».
La semana pasada, la FAA anunció una investigación para determinar si Boeing no aseguró que los productos terminados cumplieran con su diseño aprobado y estuvieran en condiciones de operar de manera segura de acuerdo con las regulaciones de la FAA.
La seguridad del público que vuela, no la velocidad, determinará el cronograma para que el Boeing 737-9 MAX vuelva a estar en servicio, aseguró el ente regulador estadounidense.