Expertos tributarios plantearon que Panamá tiene la oportunidad de elevar la recaudación aplicando el impuesto mínimo global a las multinacionales lo que podría generar, según la OCDE, ingresos por entre $200 millones y $256 millones en promedio.
En el marco del Primer Congreso Tributario Internacional, organizado por el capítulo panameño de la Asociación Fiscal Internacional (IFA, por sus siglas en inglés), expertos en fiscalidad debatieron sobre las implicaciones que tendría para el país y la recaudación, aplicar el 15% de Impuesto Mínimo Global a las empresas multinacionales.
Los tributaristas, tanto locales como internacionales, recordaron que este impuesto fija una tasa de 15% para los grupos multinacionales que tienen ingresos anuales consolidados superiores a los 750 millones de euros o su equivalente en dólares y forma parte de las medidas adoptadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como parte del Marco Inclusivo del Proyecto contra la Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios, denominado BEPS en inglés.
El Primer Congreso Tributario Internacional reunió a destacados panelistas, como Natalia Quiñones, vicepresidenta de IFA Global, Álvaro Villegas, vicepresidente del Comité Regional Latinoamericano de IFA, y el presidente de IFA, capítulo Panamá, José Luis Galíndez, quienes ofrecieron perspectivas sobre los retos y beneficios de esta nueva normativa tributaria.
Álvaro Villegas sostuvo que Panamá, según datos que ha publicado este año la OCDE, tiene el potencial de recaudar entre $209 millones y hasta $256 millones aplicando el impuesto mínimo calificado, tomando en cuenta los ingresos de los grupos de empresas multinacionales que operan en el país.
“Si Panamá implementa este impuesto podría generar ingresos adicionales de entre $209 millones y $256 millones, lo que equivale a hasta el 30% de su recaudación actual del impuesto sobre la renta”.
Sin embargo, advirtió sobre los retos operativos para hacer efectivo este impuesto. Villegas discutió el desafío que enfrentan los países al equilibrar la atracción de inversión extranjera con la protección de sus bases tributarias. “La región debe transitar hacia incentivos fiscales que promuevan actividades sustanciales, como empleos y desarrollo sostenible”.
Natalia Quiñones, vicepresidenta global de IFA, sostuvo que la aplicación del impuesto mínimo global es un paso hacia la equidad tributaria pero su implementación requiere superar barreras técnicas, operativas y políticas para ser verdaderamente efectivo en países en desarrollo como Panamá. “A pesar de los esfuerzos por crear un régimen armónico, la implementación ha sido divergente y caótica”.
Añadió que la introducción del Impuesto Mínimo Doméstico Calificado, que es una variante que analiza el porcentaje de impuesto que faltaría aplicar a las multinacionales que ya operan en un país, como el caso de Panamá, es clave para capturar ingresos antes de que sean gravados por otras jurisdicciones.
José Luis Galíndez, presidente del capítulo panameño de IFA, dijo que las autoridades tributarias panameñas aún debaten si adoptan o no el impuesto mínimo global, por las implicaciones que este tributo puede tener en las operaciones de los grupos multinacionales y el efecto en la atracción de inversión extranjera directa.
Recordó que en Panamá existen varias figuras como las Sedes de Empresas Multinacionales (SEM), las que operan en zonas libres, además de otros regímenes económicos especiales. No obstante, añadió que si no se cobra en Panamá ese impuesto global, otros países de la región lo aprovecharán.
En el caso de Costa Rica, Adrián Torrealba, presidente del Instituto Costarricense de Estudios Fiscales (ICEF), dijo que también se analiza qué efecto puede tener este impuesto para las zonas francas que operan en ese país pues, se teme que pueda desestimular la inversión.
“El reto más importante en Costa Rica es proteger el régimen de zonas francas, que ha sido clave para atraer inversión extranjera, mientras evaluamos el impacto del Pilar 2 (que establece el impuesto mínimo global)”, apuntó Torrealba.
En el Primer Congreso Tributario IFA, organizado por el capítulo Panamá, también se analizaron otros temas como la economía digital, la regulación de criptoactivos, la modernización de tratados fiscales, innovaciones tecnológicas y la fiscalidad global hacia un marco tributario más justo.
El evento contó con la participación de representantes de IFA Global y del capítulo Panamá; especialistas en tributación de Colombia, Estados Unidos, México, Costa Rica, Bolivia; además de Martín Alexis Barciela, asesor AEOI de la DGI y Rafael Brown, magistrado del Tribunal Administrativo Tributario, entre otros invitados.