Eli Faskha, CEO de Soluciones Seguras, explicó que estas herramientas permiten detectar patrones anormales en las cuentas. Faskha analizó en Cybertech Latinoamérica la seguridad en las fintech.
Esta semana, Panamá fue notificada oficialmente de su eliminación de la lista gris de la Unión Europea de países considerados de alto riesgo por deficiencias estratégicas en la prevención del blanqueo de capitales y financiamiento del terrorismo.
Las nuevas tecnologías ofrecen herramientas para detectar y tomar medidas contra este tipo de delitos y ahorran pérdidas a las entidades financieras, explicó Elí Faskha, CEO de Soluciones Seguras. «Son herramientas de la inteligencia artificial o la behavioral science, donde se ven los comportamientos de cuentas y si se comienzan a observar patrones que son anormales, ya sean las fuentes establecidas o en general, se encienden las alarmas. Eso no es solamente para financiamiento ilícito, también es para fraudes. Un banco puede perder un millón de dólares en fraudes o puede detectarlos con una herramienta que cuesta $100.000, por dar un ejemplo. Esas herramientas analizan los datos y permiten prevenir también otros hechos ilegales».
Faskha, quien también es presidente de la Cámara de Comercio Panamá-Israel, resaltó que el sector financiero panameño no ha tenido tantos ciberataques como los vistos en otros países de la región, por ejemplo Costa Rica.
A pesar de la robustez del sistema, en el país se han observado en los últimos seis meses mil 214 amenazas semanales, principalmente en los sectores banca-finanzas (1.920), retail y Gobierno (según Threat Intelligence Report, Check Point) y el CEO de Soluciones Seguras no descarta que este año también surjan en el sector logístico, especialmente por la época de elecciones. Anteriormente en el país se producían 800 ciberataques semanales. El origen también ha cambiado, antes provenían del continente africano, ahora se coordinan a través de Estados Unidos, Panamá y Polonia.
El CEO de Soluciones Seguras participó como ponente en Cybertech Latin América 2024, en el panel «Seguridad Fintech: Desafíos y Oportunidades», bajo la moderación de Shir Meir, jefe de Contenidos y gerente de Proyectos de Cybertech, Israel, junto a Jacob Welsh, cofundador de JWRD Computing, Panamá.
En la conferencia, ambos panelistas analizaron cómo la tecnología financiera permite proteger el dinero y acceder a nuevas plataformas. «Es un sector donde hay muchos cambios hoy en día, porque la Banca, las finanzas tradicionales ofrecen nuevas opciones de cómo usar, por ejemplo, las criptomonedas y el financiamiento de múltiples personas. Esto es fintech y tenemos que ver qué ataques tenemos y cómo protegerlos», explicó Faskha.
Añadió que el centro bancario panameño se debe transformar ante la llegada de nuevos productos. «Ese centro bancario se ha dado cuenta de que tiene que comenzar a cambiar, lo hemos visto con Yappy y con Nequi, con billeteras electrónicas nuevas, pero por otro lado están todas las nuevas iniciativas que quieren disruptir el sector financiero. ¿Cómo hacer eso de una manera que sea segura, que los fondos y la identidad de las personas no se afecten y cómo los jugadores establecidos pueden cooperar con esos nuevos jugadores? Se deben tomar medidas para que ese cambio no genere una puerta por donde puedan entrar los atacantes de una manera fácil o no controlada».
¿En cuáles países de América Latina las fintech son más vulnerables?
-Es muy difícil saber porque hay muchos factores, como las regulaciones que tienen y qué tan grande es el sector. Probablemente Brasil es uno de los lugares donde hay más vulnerabilidad, porque es uno de los mercados más grandes y, aunque hay más desarrollo y talento tecnológico, también hay una gran parte que se dedica al mal uso de las tecnologías. Hay muchos sectores financieros que son muy fértiles para estos ataques. Yo vería a México y Brasil como los más grandes. Chile, en cambio, tiene una cultura de protección alta, por eso los vemos menos. Argentina probablemente es otro de los lugares donde hay un riesgo muy alto también por la situación económica del país. Allí es donde las fintech están muy necesitadas y es más fácil que caigan en trampas.
¿Que medidas pueden tomar las fintech para garantizar la seguridad de sus operaciones?
-Hay un sinfín de cosas que se pueden hacer para tener un desarrollo seguro. Lo más importante es que el desarrollador tenga a su lado a especialistas en seguridad, que sepan cómo crear aplicaciones desde el principio que sean seguras, porque si se trata de hacer al final es mucho más difícil y menos confiable. También es clave definir de una manera estratégica qué se quiere hacer y qué riesgos pueden tener esas tecnologías que se quieren implementar.