La incorporación de SAF puede reducir 60% las emisiones de carbono del transporte aéreo. América Latina tiene el potencial de ser una región líder en la producción de combustible de aviación sostenible, pero requiere de una política pública clara y armonizada.
La descarbonización del transporte aéreo es un reto para todas las aerolíneas de América Latina y el Caribe que se han comprometido a reducir las emisiones de carbono de cara al 2050.
En el panel sobre la oportunidad de América Latina para ser un mercado competitivo para el desarrollo de SAF, combustible de aviación sostenible, líderes de la industria coincidieron en la necesidad de que existan incentivos y políticas públicas que puedan promover la producción y el consumo.
Louise Burke, vicepresidente Global Aviation and Biofuels Argus, fue la moderadora del panel donde participaron Erasmo Battistela, CEO de BSBIOS; Juan José Toha, Director Corporate and Sustainability LATAM Airlines; Manuel Macedo, presidente de Honeywell Latin America y Thorsten Lange, EVP Renewable Aviation Neste.
“Será necesario que se junten productores de tecnología, los productores de combustible sostenible, los gobiernos con políticas de incentivo y medidas macroeconómicas que permitan que toda la cadena de valor se beneficie, y los usuarios en este caso las aerolíneas”, recalcó Manuel Macedo, presidente de Honeywell en la región.
Detalló que instalar una planta que produzca y refine SAF puede requerir inversiones por mil millones de dólares y un tiempo de hasta cinco años.
Admitió que los precios del combustible SAF son un reto pues son más altos actualmente que el combustible fósil, pero considera que si no se hace nada, el costo para la industria aérea al no hacer nada, será mayor por el impacto que tiene seguir con el combustible fósil tradicional frente a los retos que impone el medio ambiente.
BSBIOS es la compañía de Diesel más importante de Brasil, que construye la planta Omega verde en Paraguay. Battistela considera que Latinoamérica debería tener una política pública única que posea normas para producir las materias primas y también cómo utilizar el SAF.. “Si nosotros tenemos esta política pública va a ser más fácil introducir el SAF aquí en Latinoamérica”.
Resaltó que estar en Latinoamérica haciendo un proyecto de SAF es un gran desafío no solo en la región. “Creo que el gran potencial que tenemos es la materia prima. Nosotros somos grandes productores de la materia prima y ese es nuestro fuerte”.
Agregó que la planta producirá 900 mil de SAF al año y otros productos sostenibles. Tendrá una inversión de mil millones de dólares. “Se debe crear en Latinoamérica una política para atraer más inversiones”, insistió.
LATAM utilizará 5% de SAF producido en la región
Juan José Toha, Director Corporate and Sustainability LATAM Airlines , detalló que LATAM se ha comprometido a reducir sus emisiones para lograr ser carbono neutral en 2050 y reducir el 50% de sus emisiones para 2030. Agregó que requieren elevar los niveles de eficiencia. “Hay un espacio para mejorar. Requerimos una política de compensación de carbono y el SAF”, dijo al señalar que estos elementos se generen de forma virtuosa y ágil,
“Nosotros asumimos y declaramos nuestra voluntad de llegar al año 2030 utilizando un 5% de SAF producido en la región. Creemos que es el rol que LATAM puede jugar, que es incentivar, dar una señal clara, tanto para las políticas públicas como para productores, en términos de decir aquí hay una compañía que tiene la voluntad de avanzar en esta línea y quiere hacer esto, pero requiere que exista la producción a nivel local para poder hacerlo”.
Manuel Macedo (Honeywell Latinoamérica) resaltó que 90% de los aviones tienen su tecnología. En todos estos años, especialmente en la industria aeroespacial han trabajado con todas estas empresas para crear más eficiencia. Agregó que han mejorado un 80% la eficiencia de los motores y en general.
La empresa también es uno de los licenciatarios más importantes en las tecnologías en combustibles, no solo en los nuevos como el SAF. Macedo resaltó que el mundo libera 40 mil millones de toneladas de CO2, de los cuales 2% provienen de la aviación, y que a medida que aumente la cantidad de pasajeros la cifra subirá a 10 mil millones adicionales (un incremento de 20%). “Tenemos que buscar combustibles que reduzcan las emisiones de CO2 y SAF es una de las cuatro o cinco formas de hacerlo”.
Thorsten Lange, vicepresidente ejecutivo de Aviación Renovable de Neste, explicó que comenzaron a producir SAF hace cuatro años sin tener el apoyo, y ahora la competencia ha estado pendiente hacia donde van. Actualmente la empresa está construyendo dos refinerías, una de ellas en Singapur. “Estoy hablando de un negocio global que puede generar mil millones de toneladas para el año que viene y otras 500 mil toneladas para finales de 2023”, recalcó.
Los gobiernos tienen un papel fundamental en la generación de políticas públicas adecuadas y ALTA ha venido recalcando que se trata de una agenda de Estado que promueve el desarrollo socioeconómico de los países a través del transporte aéreo. En términos de SAF, ALTA se ha comprometido a trabajar con los gobiernos en esta agenda con foco en: atraer inversiones de largo plazo brindando seguridad jurídica, brindar incentivos para la producción/consumo: de manera similar a los biocombustibles en el transporte terrestre, financiamiento de programas de producción de SAF: provisión de garantías, investigación y desarrollo en la cadena de suministro de SAF y acceso a la infraestructura esencial para la competitividad.