La empresa se enfocará en la administración de los aeropuertos de Tocumen y Panamá Pacífico. El mantenimiento de los aeropuertos representa un costo de casi 10 millones de dólares al año.
El aeropuerto Internacional Enrique Malek, en David, registró el año pasado el mayor movimiento de los aeropuertos regionales de Panamá, con un flujo de 203,020 pasajeros, seguido por Panamá Pacífico (que reinició sus operaciones en agosto pasado), con 119 mil 861 pasajeros.
Mientras que la terminal Scarlet Martinez, en Río Hato, tuvo 31 mil 635 pasajeros (entre septiembre y diciembre) y el aeropuerto internacional Enrique Jiménez, en Colón, 297. Raffoul Arab, gerente general de Tocumen S.A., destacó que este año la empresa se enfocará en el fortalecimiento del Aeropuerto Internacional de Tocumen y el de Panamá Pacífico, mientras que continúa avanzando hacia el proceso de concesiones para el resto de las terminales regionales.
«Considero que Tocumen debe enfocarse en el Aeropuerto de Tocumen y en Panamá Pacífico como su aeropuerto alterno con un gran potencial de crecimiento, pero dejando estos aeropuertos para que la empresa privada a través de APPs y otras concesiones pueda desarrollarlos y crear este movimiento interno que necesita el país», señaló.
Mantenimiento costoso
Desde abril del año pasado se viene anunciando la necesidad de dar en concesión estas terminales, en vista de los altos costos que representan para Tocumen S.A., unos $10 millones al año. «Son aeropuertos que dependen 100% financieramente de Tocumen. Y la intención de Tocumen es un plan de reestructuración y dentro de ese plan está la concesión de estos aeropuertos regionales a operadores, no solamente aeroportuarios, como nosotros, sino que nos ayuden a explotar los destinos turísticos del país, para que haya vuelos directos que inserten a los turistas directamente al corazón de nuestro país», explicó Arab.
Aseguró que se trata de un modelo de negocio que ha tenido mucho éxito en varias regiones, como Europa, Suramérica e incluso en Estados Unidos.
En los casos de Río Hato y David, Tocumen analiza entrar en una APP (Asociaciones Público Privada), en vista de que ambos tienen proyecciones turísticas similares; mientras que en el Aeropuerto de Colón, por su particularidad, plantea una concesión administrativa y Tocumen mantendría cierta responsabilidad en la parte operativa aeroportuaria.
Low Cost y vuelos chárter
Tocumen S.A., realiza gestiones con las aerolíneas low cost para que operen desde los aeropuertos regionales. «Sin duda alguna esto traería un dinamismo importante al turismo del país. Esos aeropuertos podrían realizar vuelos chárter, como empezamos en Río Hato, que teníamos vuelos chárter Canadá-Río Hato y hoy día tenemos esa frecuencia permanente como un modelo de negocio exitoso, que sin duda alguna va a ayudar al crecimiento del país», dijo el gerente general de la empresa.
Anunció que en el caso de Panamá Pacífico realizan un esfuerzo conjunto a través del Gabinete Turístico para buscar nuevas aerolíneas de bajo costo (low cost), como el caso de Wingo, que está teniendo muy buenos resultados. Ya han conversado con varias, pero todavía no tienen respuestas concretas.
Arab aseguró que la empresa revisa las tarifas que cobran en Panamá Pacífico para ofrecer incentivos a las nuevas aerolíneas que deseen operar desde esa terminal, entre ellas los costos de la tasa de pasajero y otros servicios; no obstante, aclaró que «son incentivos que se dan específicamente para las nuevas rutas, nuevas aerolíneas y por un tiempo determinado».
En el Aeropuerto Enrique Jiménez, de Colón, están coordinando con la Zona Libre para que se realicen vuelos chárter, incentivar el turismo de compras con vuelos privados y aprovechar la llegada de cruceros.
El análisis de Tocumen S.A., destaca que el Aeropuerto Enrique Malek tiene atributos para ser la segunda puerta de entrada a Panamá, orientado hacia el turismo, debido a su ubicación. Puede desarrollar rutas a Estados Unidos para atraer turistas directamente, a la vez puede ofrecer vuelos domésticos a destinos con aeropuertos con pista corta que no pueden ser atendidos en vuelos directos.