Transición hacia combustibles sostenibles requiere de una revisión de la legislación y una certificación única

A partir de 2025, la primera planta de SAF en América Latina y el Caribe, que se construye en Paraguay,  producirá 20 mil barriles por día, con una inversión estimada de 1.1 billones de dólares.

En América Latina, la aviación comienza su tránsito hacia los combustibles sostenibles, la piedra angular en la ruta para el  cumplimiento de los objetivos ambientales que se planteó la industria para alcanzar cero emisiones en 2050.

No obstante,  para lograr el desarrollo de una industria productora de SAF (Sustainable Aviation Fuel) se requiere de la cooperación entre Estados e industria privada, así como de un marco regulatorio eficiente y con seguridad jurídica para atraer las inversiones.

El tema es una de las prioridades en la agenda del ALTA Aviation LAW Americas 2022, que se celebra en Río de Janeiro, Brasil.  El primer panel de la conferencia estuvo dedicado a este aspecto y contó con la participación de Pedro de la Fuente, gerente senior de Asuntos Externos y Sostenibilidad de IATA como moderador; Erasmo Batistella, CEO de la compañía energética BSBIOS y Johanna Cabrera, subgerente de Sustentabilidad de la aerolínea LATAM.

Los expertos debatieron sobre los avances del sector privado en el despliegue de los SAF, las cifras de crecimiento económico derivado de esta industria, las políticas públicas necesarias para atraer inversiones, la demanda existente y proyectada de las aerolíneas y las perspectivas para los próximos años.

“La transición de combustibles basados en hidrocarburos hacia SAF requiere crear desde la base una cadena de producción y distribución. Previamente, es necesario el trabajo alineado industria-gobierno, el cual es crítico para lograr políticas eficientes, pues es necesario tener certeza jurídica que permita inversiones y el desarrollo de infraestructuras que generen competitividad», comentó José Ricardo Botelho, director Ejecutivo & CEO de ALTA.

Agregó que la región cuenta con toda la materia prima necesaria y la capacidad de generar los empleos necesarios para lograrlo. «Brasil tiene el potencial con sus materias primas de abastecer más del 30% de la demanda global de SAF para 2030. Es una gran oportunidad que no podemos desaprovechar”,  resaltó Botelho.

Erasmo Battistella, CEO de BSBIOS, compartió los detalles de la que será la primera planta de SAF en América Latina y Caribe en Paraguay. Entre los números destacados están la producción de 20 mil barriles por día con una inversión estimada de 1.1 billones de dólares a partir de 2025, con materias primas aceite de soya, aceite reciclado y grasa animal.

Battistella coincide en que «es fundamental revisar las legislaciones sobre las materias primas y tener una certificación única en todos los países, de lo contrario esto encarece el precio del SAF y dificulta su acceso.

Destacó igualmente la importancia de la seguridad jurídica y el acceso a capital como claves para que haya inversiones en la región. «Paraguay ha ofrecido las mejores condiciones tributarias y de competitividad para la exportación. Esta región tiene todas las materias primas como ninguna otra y debemos trabajar autoridades e industria para tener las condiciones que permitan el desarrollo e la industria en nuestros países».

En el ámbito de la transición energética, la industria aérea y los gobiernos persiguen metas en común: la total descarbonización de las operaciones aéreas y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. De acuerdo con ICF, miembro de ALTA, la industria global de aviación necesitará 330 a 445 millones de toneladas de SAF por año, el equivalente a 180 mil piscinas olímpicas y actualmente la producción de SAF es menos del 0.01% del consumo global de combustibles jet.

«Si bien el sector de la aviación reconoce la creciente y urgente necesidad de que la sociedad aborde el reto global del cambio climático, también desempeña un papel vital en la promoción del desarrollo sostenible y debe seguir siendo segura, asequible y accesible para garantizar la movilidad de forma equitativa a todos los sectores de la sociedad. Por ello, necesitamos el apoyo de los gobiernos en asegurar la adopción de un objetivo de largo plazo durante la próxima asamblea de la OACI para la implementación de una política armonizada y objetivos comunes en nuestra meta de descarbonización», indicó Pedro de la Fuente, Externals Affairs & Sustainability de IATA.

La región es la que tiene el mayor potencial de producir SAF en el mundo. Sin embargo, aún carece de las infraestructuras necesarias y del marco jurídico para establecer una industria productora que satisfaga la demanda local e incluso exporte el combustible sustentable a otras latitudes.

Johanna Cabrera, subgerente de Sostenibilidad de LATAM Airlines, destacó la urgencia de políticas públicas que contribuyan a generar incentivos y seguridad jurídica para apalancar las inversiones necesarias para el desarrollo de una industria productora de SAF en la región. «LATAM buscará que para el 2030, el 5% del combustible empleado sea SAF, una medida importante que acompaña otras iniciativas como las medidas operacionales y compensación de emisiones de alta calidad».

Cabrera también destacó que la industria necesita vigilar que la transición energética sea eficiente y se cuiden los precios de modo que no se incrementen las tarifas de los tiquetes aéreos que hace años la industria viene reduciendo a través de medidas operacionales y otras iniciativas.

 

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