El reporte financiero de la IATA del otoño pasado fue elaborado tomando como base el precio del combustible a $78 por barril, pero desde el 4 de marzo se cotiza a más de $140
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) no duda de que las sanciones a Rusia por la invasión a Ucrania tendrán un impacto negativo en los viajes, principalmente en los países vecinos. Sin embargo, el mayor golpe lo espera por el incremento en los precios del combustible para aviones.
El reciente informe elaborado por la IATA, que contiene los resultados de enero de este año, no incorpora el nuevo escenario generado por el conflicto Ucrania-Rusia, que estalló a finales de febrero de este año. Willie Walsh, director general de IATA, explicó que cuando el organismo hizo su pronóstico financiero calculó que la industria aérea perdería $11.6 mil millones este año con el combustible para aviones con un precio base de $78 por barril y el combustible representando el 20% de los costos. A partir del 4 de marzo, el combustible para el sector se disparó a más de $140 por barril.
«Absorber un golpe tan masivo en los costos justo cuando la industria está luchando para reducir las pérdidas a medida que emerge de la crisis de COVID-19 de dos años es un gran desafío. Si el precio del combustible para aviones se mantiene tan alto, con el tiempo, es razonable esperar que se refleje en los rendimientos de las aerolíneas», dijo Walsh.
Impacto menor por los cierres aéreos
La IATA destaca que el año pasado el mercado de Ucrania representó el 3,3% del tráfico de pasajeros europeo y el 0,8% del tráfico mundial; mientras que el mercado internacional ruso representó el 5,7% del tráfico europeo (excluyendo el mercado interno de Rusia) y el 1,3% del tráfico mundial.
Los cierres del espacio aéreo ante las sanciones a Rusia por parte de la Unión Europea, otros países de la región y Estados Unidos, así como las restricciones en Ucrania y sus vecinos por temas de seguridad han dado lugar a cambios de ruta o cancelaciones de vuelos en algunas rutas, principalmente en el mercado de Europa-Asia, pero también en el mercado de Asia-América del Norte.
Este impacto se mitiga debido a la gran disminución de la actividad de vuelos desde que las fronteras en Asia se cerraron en gran medida debido a COVID-19. En 2021, los RPK volados entre Asia-Norteamérica y Asia-Europa representaron el 3,0 % y el 4,5 %, respectivamente, de los RPK internacionales globales.