Millones de pasajeros abordan aviones en todo el mundo. En Panamá, un centro de conexiones en la región moviliza diariamente alrededor de 55 mil pasajeros. La reducción de la huella de carbono es vital para mantener el planeta a salvo, tarea que Copa Airlines ha tomado en serio.
Cada día, el Aeropuerto Internacional de Tocumen registra un promedio de 400 operaciones aéreas de aviones que aterrizan y despegan hacia más de 90 destinos en el continente americano, así como hacia y desde Europa.
Se calcula que, en promedio, 55 mil pasajeros transitan por la principal terminal aérea panameña, en la que operan 16 aerolíneas comerciales. En el primer semestre, viajaron por este aeropuerto 9.3 millones de personas, contando las idas y regresos por separado.
La huella de carbono que deja el transporte aéreo es un problema que la industria de la aviación quiere reducir como parte de un compromiso hacia la sostenibilidad y el cuidado del planeta, en lo que se ha denominado la ruta para volar con cero emisiones netas de carbono para el año 2050.
Cada aerolínea se ha propuesto sus propios objetivos y metas con un mismo fin: volar hacia la sostenibilidad. Dejar de volar no es una opción, pero, a cambio, el camino es emprender el vuelo hacia un transporte más verde y amigable con el medioambiente.
Copa Airlines trazó su hoja de ruta para reducir las emisiones de carbono. Un plan que Laura Plata, directora de experiencia al colaborador de la aerolínea, describe con cuatro ejes de acción:
El primero está enfocado en la eficiencia operacional y la reducción en el consumo de combustible. Para lograr este objetivo, han renovado la mayor parte de la flota con aviones más eficientes.
Tenemos la meta de reducir las emisiones de carbono en un 14% para el año 2026. Esto es un primer paso hacia el compromiso de ser carbono neutro», recalca Laura Plata.
La incorporación de los Boeing 737 MAX 9 y, recientemente, los primeros Boeing 737 MAX 8 van en esa dirección, apunta Plata.
Otro de los ejes apunta al buen uso del agua y al reciclaje de los materiales que se desechan de las operaciones, además de incorporar fuentes de energía renovables.
A bordo de los aviones, el objetivo es sustituir todos los materiales que contaminan y de un solo uso por productos amigables con el medioambiente, que se puedan reciclar y sean sostenibles. Desde el reemplazo de vasos hasta el reciclaje de los desechos que se generan en cada vuelo, forman parte de la práctica de la aerolínea.
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Además, los pasajeros pueden ser parte de ese cambio hacia operaciones más verdes. «Tenemos un programa con el cual los pasajeros pueden compensar las emisiones de carbono en sus viajes. Al comprar el boleto, se da la opción de compensar esas emisiones que se generarán en el vuelo. Queremos crear una cultura en la que todos seamos parte para lograr la meta de ser carbono neutro y que cada vez más personas se sumen a este esfuerzo», resalta, al señalar que aproximadamente un 10% de los pasajeros se ha unido a este programa.
La compensación es destinada a proyectos de sostenibilidad en la región. «Estas acciones marcan nuestra ruta hacia la sostenibilidad. Y aunque es largo, lo tomamos con mucha seriedad y responsabilidad», señala Plata y añade que, una vez exista en el mercado suficiente oferta de combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés), la aerolínea adoptará ese insumo para sus operaciones.
Datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) apuntan a que el SAF ayudará a reducir entre un 65% y un 70% de las emisiones de carbono en la industria aérea.
Según la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), desde 2011 y hasta el 2023, las aerolíneas que operan en la región han logrado una eficiencia de combustible anual del 2.7%, logrando así evitar la emisión de 20.33 millones de toneladas de CO2.
Las aerolíneas pasaron de un consumo de combustible por cada mil pasajeros kilómetro (galones/1.000 RPK) de 12.61 galones en 2011 a 9.1 galones en 2023. Esto es equivalente a 933 millones de árboles plantados, o sacar de circulación 4.6 millones de autos por 1 año.
“El compromiso de la industria aérea con el medioambiente es de larga data y ha mostrado resultados contundentes. Solo la eficiencia de combustible alcanzada se puede traducir en el equivalente a 20 años de operación de una de las plantas solares más grandes de la región que logra evitar la emisión de 1 millón de toneladas de CO2 por año», resaltó José Ricardo Botelho, director ejecutivo & CEO de ALTA.
Todo el trabajo por parte de la industria aérea en materia de eficiencia de sus operaciones, se traduce directamente en mejores condiciones para los usuarios, para las comunidades y para el medioambiente, indicó Botelho.
Todo comienza en el hangar
En los hangares de Copa Airlines, donde se realiza el mantenimiento a las aeronaves, poner en práctica medidas que permitan hacer de la operación un eje de sostenibilidad, es clave.
Alex Flores, gerente de Seguridad Operacional de Copa Airlines, resalta que cuentan con un riguroso proceso para el desecho de combustible contaminado y aceite automotriz usado, enfocado en la seguridad y la protección del medio ambiente.
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Describe que el combustible y el aceite son drenados y almacenados en tanques con estrictas medidas de seguridad y, en colaboración con proveedores autorizados, ese material se recolecta para su reutilización como combustible alternativo en sistemas de bajas emisiones en otras industrias.
Parte de este proceso les ha permitido recolectar 11 mil galones de combustible contaminado y aceite automotriz usado, junto con 590 mil galones de agua oleosa solo en el año 2023. Recalca que el proveedor se encarga de recuperar hasta un 95% del agua oleosa recolectada, sometiéndola a un proceso de tratamiento para elevar su calidad a niveles aceptables.
Lo que pasa antes de cada vuelo
Cuando abordamos un vuelo, no tenemos idea del movimiento y la operación que se realiza antes para que todo esté en orden. Uno de esos trabajos implica el servicio a bordo.
Fernando Tristán, director de Abastecimiento a Bordo, comentó que uno de los primeros pasos que tomó la aerolínea para hacer más sostenible esta parte de la operación fue eliminar los vasos de plástico y sustituirlos por recipientes elaborados con bagazo de caña. «El impacto ha sido de 23 millones de vasos menos, o 134 toneladas de plástico que no se están produciendo. Aparte de esto, se usa plástico reciclado para los kits de amenidades que se entregan en la clase ejecutiva», indica.
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Otro de los cambios fue sustituir algo tan pequeño como los revolvedores para el café y el té por piezas hechas con bambú para proteger a la fauna. La aerolínea contabiliza la eliminación mensual de aproximadamente 500,000 revolvedores de plástico, lo que equivale a alrededor de 6 millones de unidades por año.
Tristán resalta que durante el año 2023, Copa Airlines recicló un total de 168 toneladas, incluyendo botellas de plástico de 1.5 litros, envases tetra pak y cajas de cartón.
Y para este año, la aerolínea, al evitar el uso de esos 23 millones de vasos de plástico, permitirá una reducción de unas 134 toneladas de este material que ya no se generarán en la operación. Una cantidad que se compara con el peso aproximado de dos aviones Boeing 737 MAX 9.
En el corazón de la operación
A un costado, entre las terminales 1 y 2 del Aeropuerto Internacional de Tocumen, cerca de las plataformas donde los aviones embarcan y desembarcan pasajeros, Copa Airlines tiene sus equipos de apoyo terrestre, compuestos por tractores para equipaje, carros para retro empuje de las aeronaves y otros equipos móviles que son estratégicos en las operaciones.
A simple vista, esta flota terrestre se ve como cualquiera, hasta que de cerca se perciben cargadores eléctricos que marcan un antes y un después en la operación; es la granja de recarga de esas unidades.
La aerolínea ha incorporado 21 tractores de equipaje eléctricos, cuatro tractores eléctricos de retro empuje de aeronaves, 10 correas de equipaje eléctricas y un camión de drenaje también impulsado por electricidad.
Jaime Quintero, director de Operaciones Terrestres de Copa Airlines, señala que la estrategia en esta área apunta a transformar los equipos que usan diésel por eléctricos. «Tenemos en total 390 equipos, de los cuales 36 son eléctricos; cada uno de ellos reduce 16 toneladas de dióxido de carbono al año», menciona Quintero, al destacar que la meta este año es lograr una reducción de 500 toneladas de CO2.
Los equipos, además, permitirán que la aerolínea ya no use 200 galones de combustible al mes. «Nuestra estrategia es que para el año 2033 todos los equipos en tierra sean eléctricos».
Mientras Quintero describe cómo la nueva flota eléctrica permite una operación más limpia y sostenible, un avión 737 MAX 9 está listo para iniciar todo el proceso de despegue. Pero antes de salir de la plataforma, un tractor de pushback, impulsado por electricidad, se apresta a dirigir la aeronave hasta la calle de rodaje.
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La diferencia de este vuelo es que mucho antes de que se iniciara, desde la preparación de la aeronave en el hangar hasta la provisión de alimentos y complementos para el servicio a bordo y la atención previa en tierra, marcó el inicio de un viaje hacia una operación más sostenible. Un destino que marca un antes y un después en la forma en que se viaja para cuidar el planeta y volar hacia la sostenibilidad.
Reportaje con la colaboración de Reyna Hernández en material audiovisual y fotografía