La suspensión del intercambio aéreo y marítimo afecta a los ciudadanos de la isla y de Aruba y Bonaire
El Parlamento de Curazao exigió al gobierno del presidente Nicolás Maduro que reabra las fronteras aéreas y marítimas con ese país, Aruba y Bonaire.
En una moción aprobada el 23 de enero, los parlamentarios señalaron que la medida unilateral tomada por el gobierno venezolano, sin previa consulta, está afectando negativamente a los ciudadanos de esos países, así como a su economía.
Los parlamentarios curazaleños resaltan además que mientras el gobierno venezolano le pide a las islas que “hagan más” para prevenir el contrabando de oro y cobre a Venezuela, la administración de Curazao está haciendo todo lo posible para prevenir la piratería.
El pasado 5 de enero Maduro ordenó un bloqueo comercial por 72 horas así como la suspensión del tránsito aéreo y marítimo con Aruba, Curazao y Bonaire. El presidente venezolano alegó que las autoridades de las islas permitían el contrabando de oro, cobre y alimentos provenientes del país.
El primer ministro de Curazao, Eugene Rhuggenaath rechazó las acusaciones de Maduro y resaltó que el mandatario venezolano no se comunicó en ningún momento con las autoridades de las islas para discutir la situación. “Lamentamos ese anuncio porque no había contacto previo o conversaciones diplomáticas para ver qué podemos hacer conjuntamente para combatir el contrabando o tráfico de productos ilícitos”, dijo el alto funcionario a medios de la isla.
Rhuggenaath ha reconocido que a su Gobierno lo están culpando por el embargo de petróleo guardado en tanques en sus puertos por compañías internacionales de envío.
Una vez cumplido el plazo de 72 horas del bloqueo comercial, el gobierno de Maduro lo extendió sin que hasta los momentos se haya normalizado la situación y ha dejado abierta la posibilidad de que la medida continúe por tiempo indefinido.