Las aerolíneas de la región estiman ganancias por 200 millones de dólares este año, sin embargo los costos afectan a rentabilidad de la industria
Este año la demanda de pasajeros aéreos en América Latina y el Caribe crecerá a una tasa menor que en 2018, al pasar de 7% a 6.2% según estimaciones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
El informe presentado en la 75 Asamblea General Anual de la IATA en Seúl, precisa que la capacidad medida en la cantidad de asientos disponibles por vuelo, crecerá en promedio 5.1% en la región, mientras que se espera que el promedio de ocupación de los vuelos llegue a 82.5%.
Otras regiones como Norteamérica esperan un incremento en el tráfico de pasajeros de 4.3%, con un aumento en la capacidad de 4.1% y un factor de ocupación de los vuelos de 84%. El promedio global de crecimiento de la demanda de pasajeros aéreos se estima en 5%, una desaceleración con respeto al 7% de incremento que se registró en 2018.
En Europa se espera un aumento en la demanda de 4.9%; en Asia Pacífico 6.3%; en Oriente Medio de 3% y en África de 4.3%.
Resultados económicos previstos.
Los mercados de América Latina y Norteamérica experimentarán incrementos en sus resultados económicos a diferencia de otras regiones.
Las aerolíneas latinoamericanas registrarán un beneficio neto por valor de 200 millones de dólares, una mejora moderada de los 500 millones de dólares de pérdida en 2018, gracias a la recuperación de la economía brasileña que compensa el aumento del precio del petróleo. Mientras que se contempla una ganancia de 0.50 dólares por pasajero, se espera que el margen neto de la región sea tan solo del 0.4%.
Los operadores norteamericanos registrarán el mejor desempeño financiero: 15 mil millones de dólares después de impuestos (frente a 14 mil 500 millones de dólares en 2018) y una ganancia neta de 14.77 dólares por pasajero, una mejora notable respecto a 7 años antes (2.3 dólares en 2012).
Los márgenes netos (5.5%) se reducen respecto a niveles de 2018, debido a unos costes de combustible más altos de lo esperado y la desaceleración del crecimiento. La consolidación —que mantiene los factores de ocupación (pasajeros + carga) por encima del 65%— y los ingresos complementarios —que reducen el impacto del aumento del coste de combustible— amortiguan el riesgo en la región y mantienen el punto de equilibrio de los factores de ocupación en el 59,5%.