Esta semana realizaron protestas pacíficas en la Embajada de Venezuela y el Aeropuerto de Tocumen. Entre los afectados hay niños, adultos mayores y personas con problemas de salud
El pasado 29 de agosto, más de 450 ciudadanos venezolanos que se encuentran varados en Panamá observaron con frustración el despegue de un vuelo de Copa Airlines hacia Venezuela, con sus asientos vacíos, para retornar a panameños y residentes, mientras ellos continúan sin poder regresar a su país, a pesar de las múltiples gestiones realizadas ante la Embajada de Venezuela.
Este jueves, los afectados protestaron pacíficamente frente al Aeropuerto Internacional de Tocumen en un nuevo intento por sensibilizar al gobierno venezolano. Piden ser incluidos en un segundo vuelo humanitario solicitado por la Cancillería de Panamá para repatriar a sus ciudadanos y que fue aprobado por el gobierno venezolano para el 9 de septiembre, y que se autorice otro que les fue prometido desde el mes de marzo, para poder cubrir a todo el grupo. El martes realizaron una manifestación frente a la Embajada de Venezuela en Panamá.
Rafael Suárez, uno de los ciudadanos que busca regresar a su país, explicó a Informe Aéreo que entre los varados hay niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y otras que ya han dado a luz en medio de esta situación irregular, así como personas con enfermedades crónicas que requieren tratamientos médicos de forma urgente y casos de cuadros depresivos.
«Nosotros somos un grupo de más de 450 venezolanos que estamos afectados por la medida de restricción de vuelos desde marzo. La mayoría estamos varados con boleto en mano y hay otro grupo que no tiene boletos pero espera que se abra el espacio aéreo para comprarlos», explicó.
Entre los afectados hay personas que ingresaron a territorio panameño como turistas y otros que son residentes. En el caso de Suárez, solo venía por 10 días para visitar a su hermano y buscar a su madre, pero lo que esperaba que fuese una corta estadía se ha extendido por seis meses. Afortunadamente se hospeda en casa de su hermano.
Pero muchos han tenido que pagar alojamiento y comida durante este largo período y actualmente se encuentran en una situación económica precaria. Otros que tienen estatus de residentes buscan regresar al país, debido a que se han quedado sin empleos ni viviendas por la pandemia del COVID-19.
Trato no equitativo
Los afectados no entienden por qué a pesar de que ha autorizado vuelos humanitarios para venezolanos que se encontraban en una situación similar en Chile, Ecuador, Argentina y España, el gobierno no da respuesta a sus connacionales en Panamá.
«Desde marzo cuando comenzó esta situación hemos estado en contacto con la Embajada. Desde el principio conversamos con ellos para hacer un censo y comenzar a gestionar el vuelo humanitario, en mayo nos dijeron que se va a hacer el vuelo, pero no han concretado. Cada vez que parece que se abre un vuelo cierran la oportunidad. Cuando hubo la primera ronda de vuelos nos dijeron que veníamos después de Argentina y no fue posible. Hemos insistido pero todavía nada».
Suárez agregó que recientemente sostuvieron una reunión con la viceministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Erika Mouynes, quien les ofreció colaboración con la tramitación de los permisos de salida, pero requieren la autorización del permiso de ingreso a territorio venezolano.