La economía mundial podría perder más de 4 billones de dólares por el impacto del COVID-19 en el turismo.
Las pérdidas económicas aumentan en los países en vías de desarrollo, ya que la ausencia de una vacunación generalizada contra el COVID-19 mantiene alejados a los turistas. Según un informe de la UNCTAD publicado el 30 de junio, la caída del turismo internacional debido a la pandemia del coronavirus podría causar una pérdida de más de 4 billones de dólares en el PIB global durante los años 2020 y 2021.
La pérdida estimada se debe al impacto directo de la pandemia en el turismo y a su efecto dominó en otros sectores estrechamente relacionados con él.
El informe, publicado conjuntamente con la Organización Mundial del Turismo (OMT) de las Naciones Unidas, afirma que el turismo internacional y sus sectores altamente vinculados sufrieron una pérdida estimada de 2.4 billones de dólares en el 2020, tras una fuerte caída en las visitas turísticas internacionales.
Este año puede producirse una pérdida similar, advierte el informe, señalando que la recuperación del sector turístico dependerá en gran medida de la aplicación global de las vacuna del COVID-19.
«El mundo necesita un esfuerzo de vacunación global que proteja a los trabajadores, mitigue los efectos sociales adversos y se tomen decisiones estratégicas en relación con el turismo, teniendo en cuenta los posibles cambios estructurales», dijo la Secretaria General interina de la UNCTAD, Isabelle Durant.
El Secretario General de la OMT, Zurab Pololikashvili, dijo: «El turismo es un salvavidas para millones de personas, y avanzar en la vacunación para proteger a las comunidades y apoyar la reanudación segura del turismo es fundamental para la recuperación de puestos de trabajo y la generación de recursos muy necesarios, especialmente en los países en desarrollo, muchos de los cuales dependen en gran medida del turismo internacional.»
Los países en desarrollo se ven perjudicados por la desigualdad en el acceso a las vacunas
Según el informe, la vacunación contra la COVID-19 es más pronunciada en algunos países que en otros, por lo que las pérdidas económicas derivadas del turismo se reducen en la mayoría de los países desarrollados, pero se agravan en los países en desarrollo, donde la ausencia de vacunas está manteniendo alejados a los turistas.
Las tasas de vacunación contra el COVID-19 son desiguales entre los países, oscilando entre menos del 1% de la población en algunos países y más del 60% en otros.
Según el informe, el despliegue asimétrico de las vacunas magnifica el impacto económico en los países en desarrollo, ya que estos podrían representar hasta el 60% de las pérdidas del PIB mundial.
Según el informe, se espera que el sector turístico se recupere más rápidamente en los países con altas tasas de vacunación, como Francia, Alemania, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.
Pero los expertos no esperan volver a los niveles de afluencia turística internacionales previos a la pandemia hasta 2023 o incluso después, según la OMT.
Los principales obstáculos son las restricciones a los viajes, la lentitud en la contención del virus, la poca confianza de las personas para viajar y un entorno económico deficiente.
Se espera una pérdida de hasta 1,8 billones de dólares en el 2021
Se espera un repunte del turismo internacional en el segundo semestre de este año, pero el informe de la UNCTAD sigue mostrando una pérdida de entre 1.7 y 2.4 billones de dólares en el año 2021, con respecto a los niveles del año 2019.
Los resultados se basan en simulaciones que reflejan únicamente los efectos de la reducción del turismo, sin considerar políticas que podrían suavizar el impacto de la pandemia en el sector, como los programas de estímulo económico.
El informe evalúa los impactos económicos de tres posibles escenarios -todos ellos reflejan la reducción de las visitas internacionales- en el sector turístico en el 2021.
El primero, proyectado por la OMT, refleja una reducción del 75% en las visitas turísticas internacionales -siendo esta la previsión más pesimista- basada en la reducción de turistas observada en 2020.
En este escenario, una caída de los ingresos turísticos mundiales de 948.000 millones de dólares provoca una pérdida en el PIB real de 2.4 billones de dólares, es decir, un aumento de dos veces y medio. Esta relación varía mucho según los países, ya que en algunos puede haber un incremento duplicado, mientras que en otros triple o cuádruple.
Según el informe, se trata de un multiplicador que depende de los efectos derivados en el sector turístico, incluido el desempleo de la mano de obra no cualificada.
Por ejemplo, el turismo internacional aporta alrededor del 5% del PIB en Turquía y en el 2020, el país sufrió una caída del 69% de las visitas turísticas internacionales.
La caída de la demanda turística en el país se estima en 33.000 millones de dólares, lo que conlleva pérdidas en sectores altamente vinculados, como la industria alimenticia, de bebidas, el comercio minorista, las comunicaciones y el transporte.
La caída total de la producción de Turquía es de 93.000 millones de dólares, unas tres veces más que el impacto inicial. Sólo el descenso del turismo contribuye a una pérdida real del PIB de alrededor del 9%. Este descenso se compensó en parte con medidas fiscales para impulsar la economía.
El segundo escenario refleja una proyección menos pesimista por parte de la OMT. consiste en una reducción del 63% de las visitas turísticas internacionales.
Y el tercer escenario, formulado por la UNCTAD, considera tasas variables de turismo nacional y regional en 2021.
Supone una reducción del 75% del turismo en los países con bajas tasas de vacunación, y una reducción del 37% en los países con tasas de vacunación relativamente altas, en su mayoría países desarrollados y algunas economías más pequeñas.
Pérdidas de empleo en todos los países
Según el informe, la reducción del turismo provoca un aumento promedio del 5.5% del desempleo de la mano de obra no cualificada, con una gran variación del 0% al 15%, según la importancia del turismo para la economía.
La mano de obra representa alrededor del 30% del gasto de los servicios turísticos, tanto en las economías desarrolladas como en las que están en vías de desarrollo. El sector emplea a muchas mujeres y jóvenes, quienes tienen relativamente pocas barreras de entrada a este sector.
Las pérdidas son peores de lo que se esperaba
En julio del año pasado, la UNCTAD estimó que una paralización de entre cuatro y doce meses del turismo internacional costaría a la economía mundial entre 1.2 y 3.3 billones de dólares, incluidos los costes indirectos.
Sin embargo, las pérdidas son peores de lo que se esperaba, ya que incluso el peor escenario previsto por la UNCTAD el año pasado ha resultado ser optimista, ya que los viajes internacionales siguen siendo bajos aún después de más de 15 meses desde el inicio de la pandemia.
Según la OMT, las llegadas de turistas internacionales se redujeron en unos 1.000 millones de viajes, o un 74%, entre enero y diciembre de 2020. Si se excluyen los meses de enero y febrero del 2020, anteriores a la pandemia, la caída de las llegadas asciende al 84%.
Los países en desarrollo han sido los más afectados por la pandemia en el sector turístico. Estos países han sufrido las mayores reducciones de llegadas de turistas en el 2020, estimadas entre el 60% y el 80%.
Las regiones más afectadas son el noreste de Asia, el sudeste de Asia, Oceanía, el norte de África y el sur de Asia, mientras que las menos afectadas son América del Norte, Europa Occidental y el Caribe.