Willie Walsh advierte que la medida de la Autoridad Aeronáutica venezolana afectará la conectividad internacional y profundizará el aislamiento aéreo del país, con consecuencias negativas para la economía.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) expresó su profunda preocupación por la decisión de la Autoridad Aeronáutica de Venezuela de revocar las licencias de operación a aerolíneas europeas y latinoamericanas, en un contexto marcado por la suspensión de vuelos hacia el país, debido a la incertidumbre regulatoria, operativa y financiera, así como por los antecedentes de restricciones cambiarias, dificultades para la repatriación de fondos y un entorno de alto riesgo para las operaciones internacionales. Willie Walsh, director general de IATA, dijo que “Creo que es fácil decir que, como saben, las perspectivas para Venezuela están empeorando en lugar de mejorar” y también calificó la medida como “muy perjudicial”, al señalar que “las aerolíneas quieren atender el mercado. Tomaron decisiones basadas en un análisis de riesgos que, en muchos casos, está sujeto a la orden de su regulador de suspender las operaciones. No quieren suspenderlas. De hecho, se han visto obligados a hacerlo”.

Walsh advirtió que la revocación de permisos tendrá consecuencias directas sobre la conectividad aérea de Venezuela y afectará la confianza de las empresas internacionales para seguir operando en el país. “Suspenderlos del mercado creo que es un error, porque hemos visto lo que sucedió cuando se bloquearon los fondos en Venezuela: se observó una reducción significativa en el número de aerolíneas internacionales que operan en el mercado e incluso donde las aerolíneas siguen operando, una reducción significativa en la frecuencia de los servicios. Así que esto será negativo a largo plazo para Venezuela”, afirmó.

IATA destacó que este tipo de decisiones regulatorias se suma a un historial de medidas que han deteriorado progresivamente el ecosistema aéreo venezolano, limitando la llegada de nuevas inversiones y reduciendo la oferta de rutas internacionales. Según Walsh, “tendrá un impacto a largo plazo en la conectividad internacional, lo que creo que será perjudicial para la economía”, al tiempo que subrayó que la desconexión progresiva del país con los principales centros de conexión regional y global puede afectar sectores clave como el comercio, el turismo y la movilidad de las personas.

Finalmente, el director general de IATA hizo un llamado a las autoridades venezolanas para que reconsideren la medida y tomen en cuenta las circunstancias en las que las aerolíneas suspendieron sus operaciones. “Espero que estas decisiones se revisen y que los reguladores comprendan que, en muchos casos, la decisión fue impuesta a la aerolínea. No es algo que quisieran hacer”, concluyó, reiterando que las compañías aéreas mantienen su interés en servir al mercado venezolano cuando existan condiciones claras, estables y seguras para operar.

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