La ATP se reunió con representantes del Ministerio de Ambiente y miembros de la Autoridad Marítima de Panamá para reglamentar la actividad de avistamiento de forma segura.
En junio inició oficialmente la temporada de avistamiento de cetáceos en las costas panameñas que llegan del norte del continente. Esta actividad atrae a turistas locales e internacionales.
El Archipiélago de las Perlas, el Golfo de Chiriquí, el Parque Nacional Coiba, Pedasí y las playas de la Riviera Pacífica, son algunos de los lugares ideales para observar delfines y las ballenas jorobadas, que migran desde las zonas polares hacia aguas más cálidas en esta temporada. Entre junio y diciembre se puede observar la migración de ballenas jorobadas que llegan desde el polo sur, mientras que desde diciembre hasta abril se acercan desde el hemisferio norte.
En las aguas marinas bajo la jurisdicción de la República de Panamá habitan al menos 21 especies reportadas de mamíferos marinos que incluyen tres especies de misticetos y 18 especies de odontocetos, los cuales tienen una presencia transitoria o permanente y están en el Apéndice I o II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES).
Al tratarse de un ecosistema muy frágil, en julio de 2022 se estableció la Resolución 0144-2022 para reglamentar la actividad de avistamiento de cetáceos en aguas jurisdiccionales panameñas.
La nueva directiva de la Autoridad del Turismo de Panamá (ATP) se reunió esta semana con representantes de la Dirección de Inversiones Turísticas de la ATP, la Dirección de Costas y Mares del Ministerio del Ambiente de Panamá y representantes de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) para unir esfuerzos y hacer cumplir la Resolución 0144-2022.
Protección de los mares
Panamá forma parte del bloque de protección de cetáceos a nivel mundial, constituido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES), adoptada por la República de Panamá mediante la Ley 14 del 28 de octubre de 1977 y del Convenio Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas de 2 de diciembre de 1948, que regula la explotación de cetáceos, administrado por la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
Además constituyó el Corredor Marino de Panamá para la Protección y Conservación de los Mamíferos Marinos, mediante la Ley 13 de 5 de mayo de 2005, el cual comprende áreas del sector marítimo bajo la jurisdicción de la República de Panamá.
