ALTA: América Latina y el Caribe es un ejemplo global en estándares de seguridad

por informeaereo
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La región es un ejemplo global en estándares de seguridad, siendo la primera en tener un grupo regional de seguridad aérea, el RASG-PA (Regional Aviation Safety Group – Pan America), creado en 2008, con la visión de mantenerse a la vanguardia de cualquier riesgo para la aviación comercial.

El desarrollo tecnológico, los avances en la gestión de tráfico aéreo y el entrenamiento ha jugado un papel fundamental en la mejora de los índices de seguridad operacional en la industria de la aviación. Fabricantes, reguladores, empresas de tecnología, aerolíneas, organizaciones internacionales han trabajado de la mano para identificar los riesgos operacionales y desarrollar soluciones para mitigarlos.

Sin embargo, el hecho de que hoy día viajar en avión sea la forma más segura de transportarse es posible porque, además de los impresionantes desarrollos tecnológicos y operacionales, existe una cultura de seguridad que involucra normas, paradigmas, valores y actitudes que marcan el funcionamiento diario de las organizaciones y que ponen a las personas como el centro de la ecuación.

Durante la décimo primera edición del ALTA Pan American Aviation Safety Summit 2022, el veterano capitán Chesley Burnett “Sully” Sullenberger, representante de los Estados Unidos en el Consejo de la OACI, hizo un repaso histórico de la cultura de seguridad en Latinoamérica y el mundo.

El embajador Sully destacó que, a medida que el transporte aéreo se masificó, especialmente después de la década de 1940, la industria, las agencias reguladoras y el público empezaron a exigir mejores condiciones de seguridad y confiabilidad.

Las herramientas tecnológicas como nuevos sistemas de navegación, de monitoreo o de alerta de proximidad a tierra han provisto mayor seguridad a las operaciones aéreas, pero que “agregaría que nuestras actitudes y la cultura de seguridad juegan un rol igual, o mayor, en nuestro éxito… Tenemos que cambiar la manera en la que pensamos en los accidentes: en vez de verlos como inevitables, tenemos que verlos como impensables”.

El Capt. Sully remarcó que “lo único que lo hace posible la cultura de seguridad es la confianza, la cual es, en esencia, la piedra angular de una cultura de seguridad altamente efectiva”.

“Gracias al énfasis que ponemos en la cultura y en las relaciones colaborativas entre reguladores y regulados, no solo aceptamos nuestras fallas, las estudiamos exhaustivamente. Hemos construido sistemas y procesos dedicados para categorizar y visualizar nuestras fallas”, agregó el experto en seguridad aeronáutica.

El desarrollo socioeconómico, en Latinoamérica y el Caribe, en las últimas décadas, ha vuelto el transporte aéreo cada vez más asequible. Esto genera demandas considerables en las aerolíneas, reguladores y operadores y, a juicio del veterano piloto, la región responde con éxito al desafío.

«Sus aerolíneas están entre las más seguras del mundo, lo cual demuestra no solamente sus competencias y su compromiso con la seguridad, sino las comunidades que aportan a crear un entorno operativo seguro. Y este entorno ha sido moldeado y conocido en mayor parte por el panorama regulatorio».

«Latinoamérica y el Caribe es una región con una secuencia histórica destacada en términos de seguridad. Las personas son el centro de la operación y es parte de la cultura de las compañías del sector.

Lo vemos en operadores con larga trayectoria, así como operadores con aeronaves de porte menor que han nacido más recientemente con el objetivo de brindar el transporte más seguro a la población, incluso en lugares remotos que no cuentan con otros mecanismos de transporte seguros y eficientes sino aviación, como la Amazonia, las cordilleras Andinas o las islas del Caribe.

ALTA cuenta con un Comité de Seguridad Operacional permanente que desarrolla iniciativas para fortalecer la seguridad operacional en la región que ha alcanzado resultados destacados y reconocidos globalmente», destacó José Ricardo Botelho, director ejecutivo y CEO de ALTA.

Latinoamérica y el Caribe, referencia de seguridad operacional en el mundo

La región es un ejemplo global en estándares de seguridad, siendo la primera en tener un grupo regional de seguridad aérea, el RASG-PA (Regional Aviation Safety Group – Pan America), creado en 2008, con la visión de mantenerse a la vanguardia de cualquier riesgo para la aviación comercial, buscando alcanzar el más alto nivel de la seguridad operacional en la región Panamericana, así como abordar los asuntos de seguridad operacional de la aviación mundial desde una perspectiva regional.

Se trata de un modelo de colaboración entre Estados, organizaciones internacionales e industria para otras regiones del mundo con contribuciones esenciales en cuanto a la identificación y mitigación de los riesgos de seguridad operacional.

En su mensaje a los participantes del ALTA Safety Summit, el Secretario General de la OACI, Juan Carlos Salazar, destacó el rol de Latinoamérica y el Caribe en los esfuerzos por elevar los estándares de seguridad en la aviación global y expresó que «retomar el Pan American Aviation Safety Summit, este año, es otro signo importante en el camino hacia la recuperación, además de una oportunidad irremplazable para los Estados, la industria y los usuarios para compartir sus ideas y mejorar su colaboración.

Esta coordinación es imprescindible en nuestros esfuerzos para mantener un enfoque productivo en la gestión de la seguridad operacional y para mantener a todos los actores comprometidos», durante su alocución.

Cultura de seguridad en el contexto de la recuperación

Los últimos análisis de la OACI revelan señales claras de una sólida recuperación en el tráfico aéreo y en la confianza de aerolíneas, pasajeros y Estados, lo cual ha aportado al levantamiento de restricciones para el transporte aéreo.

El secretario general de la OACI compartió que el número global de pasajeros transportados de enero a abril de 2022 incrementó un 65% en comparación al mismo período de 2021 y que la capacidad de asientos de las aerolíneas aumentó un 32% en estos primeros cuatro meses del año.

«En la medida en que la recuperación avanza y el volumen de tráfico incrementa de nuevo, la administración y el desempeño de la seguridad serán críticos para el éxito de la retomada», puntualizó.

El secretario general compartió también una reflexión sobre la profunda importancia que tiene para las economías y las cadenas productivas del mundo que la colaboración de la industria del transporte aéreo y los gobiernos sea cada vez más estrecha.

En la medida en que la industria aérea y los Estados trabajen de forma coordinada, más pronto se alcanzarán los niveles de operación prepandémicos.

Fuente: nota de prensa de ALTA

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